Siempre, siempre, siempre habrá un momento en el que el camino que has decidido tomar se divide, se divide en dos, tu por un lado, lo que te importa por el otro, es el momento más dificil de esta vida, y desde tu camino ves como todo lo demás va desapareciendo a cada paso que das, al principio esperas que al final, ese camino se vuelva a unificar. Falsas esperanzas. Y todo se reduce a un simple y violento recuerdo que te derrumba por completo. Justo entonces, ahí, te das cuenta de aquellas cosas que dejaste pasar sin más, a las que no diste importancia y de las que pensastes que ya volverían, pero que no lo hicieron, resulta muy frustrante recordar todas y cada una de tus equivocaciones en esta extraña y complicada vida, son cosas que siempre quedarán en ti.
Todas esas oportunidades que desperdiciaste por miedo a fracasar. Miedo. El miedo a soñar y a sobrepasar el límite. Es por eso por lo que tienes que saber apreciar todo lo que esta vida te pretende dar, que, hasta los detalles más chiquititos te pueden cambiar. Los cuentos de hadas superan la realidad, no porque nos digan que los dragones existen, sino, porque dicen que pueden ser vencidos.
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